Historia Siglo XIX

De Samperinos
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En esta página se recogerá los acontecimientos históricos de Samper durante el siglio XIX

Guerra Independencia

La incidencia de la invasión francesa

ALBERTO SABIO ALCUTÉN De la Historia Comarca del Bajo Martín

La incidencia de la invasión francesa fue más que notable

En el Bajo Martín, tanto en pérdidas humanas como en convulsiones políticas, pues varias de las primeras autoridades fueron fusiladas, como el alcalde Gargallo en Samper de Calanda. El llamado Cordón de Samper fue un cuerpo de ejército constituido por los pueblos del corregimiento de Alcañiz a fines de 1808, que derrotó en varias ocasiones al general francés Guatire, acuartelado en Fuentes. Estaba compuesto por unos 2.200 hombres armados, extendidos yrepartidos desde La Zaida a Vinaceite, que iban perdiendo y reconquistando pueblosa los franceses. Por su parte, el ejército francés demandaba raciones a los municipios,unos días a Jatiel, otros a Castelnou y algunos más a La Puebla y a Híjar; si se le negaban y no se saldaban las exacciones exigidas, se atacaba el lugar.

Domingo Gascón nos relató con detalle en su Teruel en la Guerra de la Independencia algunas campañas militares y correrías acaecidas por tierras del Bajo Martín. Nos cuenta, por ejemplo, que «Wattier, con 3.000 hombres y 500 caballos, llegó a mediados de enero de 1809». Los hombres del Cordón se enfrentaron a Wattier hasta el 19 de enero, en la partida de El Montecico y en el paraje que aún hoy se conoce en Samper con el sobrenombre de El Ataque. Como consecuencia de esta batalla, los hombres del Cordón hubieron de retroceder hasta el río Martín,donde finalmente se tomó la decisión de replegarse hasta Alcañiz.

El 26 de diciembre de este año Palafox se encontraba en Samper de Calanda. Se juntaron hasta 2.000 hombres bajo su mando. Esta organización se conoció con el nombre de <<Cordón de Samper de Calanda>>, se extendía desde la Zaida hasta Vinaceite y su misión consistía en impedir el avance de las tropas francesas hacia Zaragoza. Formaba parte del cordón una compañía de Híjar, mandada por Nicolás Miguel, natural de dicho lugar. Son numerosas las personas que participaron de una forma u otra en este conflicto bélico: como Juan Antonio Ayesa, Evaristo Julián Cortés o Joaquín Acisclo Lahoz, naturales de Híjar; Jorge Benedicto y Marín, Rafael Casellas Anglada de La Puebla de Híjar; Clemente del Valle, natural de Urrea de Gaén o Ramón Serrano de Vinaceite1. A principios de 1809, la Audiencia y sus dependencias se trasladaron desde Zaragoza a Samper de Calanda, aunque funcionó durante poco tiempo. "Citado en Consecuencias de la guerra de la independencia en el Ducado de Hijar. Mª José Casaus Ballester"

Los franceses tomaron Alcañiz en enero de 1809 y cuatro meses más tarde se libró la batalla de Los Pueyos entre las tropas francesas y las españolas. Cuentan las patrióticas crónicas de la época que, a pesar de la superioridad numérica y táctica de los galos, los tierrabajinos se alzaron con la victoria, aun a costa de dejar un elevado número de bajas en el camino. Solo en la toma de Alcañiz, antes de que los franceses establecieran su guarnición en el castillo, fueron pasados a cuchillo por sus calles más de seiscientos hombres. Por entonces, Palafox decidió instalar en Samper las dependencias de la Real Audiencia de Aragón, aunque enseguida el general Suchet restableció su funcionamiento en Zaragoza.

http://www.comarcas.es/pub/documentos/documentos_Liberales_38af3a95.pdf Archivo:Indepen 1890.pdf

La “Tierra Baja en la época Francesa

http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=6625

Desde los primeros momentos, al estallar la Guerra de la Independencia en Aragón, se vio de urgente necesidad aislar los prisioneros franceses que se capturaban en Zaragoza, de las posibles iras españolas. Es por ello que, desde la capital aragonesa, se vieron obligados a evacuar los presos que se hacinaban en la Aljafería, donde estaban recluidos y trasladarlos a otros puestos de retaguardia en lugar seguro, como es el caso del Castillo de Alcañiz.

El empleo masivo del fuerte alcañizano, viene a finales de Noviembre de 1808 con las primeras victorias en Zaragoza. Palafox, el 30 de ese mes, manda a Antonio Lacasa quien con 23 hombres del batallón Cerezo conduce hasta Alcañiz los prisioneros de la Aljafería y poco después, con el avance francés, se hubieron de trasladar a Tortosa:

- El 26 de Diciembre de 1808, se organiza en Samper de Calanda un cordón defensivo para intentar defender y proteger la entrada a Zaragoza por esa parte y resguardar la entrada hacia el bajo Aragón, tierras abajo del Ebro. - El veterano coronel Pedro Elola formará alrededor de esta población el famoso “Cordón de Samper” que se extendería entre Vinaceite y La Zaida formando un refuerzo de voluntarios de retaguardia compuesto por cerca de 6000 hombres armados. - En Enero, el General Watier llega a Aragón con abundantes soldados e importantes efectos militares, con el fin de proveer víveres para los sitiadores de Zaragoza y antes de recuperarse los españoles, desde Fuentes de Ebro arremete contra el Cordón con 3000 infantes y 500 caballos, desbaratándolo ante la negativa de la población de La Zaida en suministrarlos.

Watier se dirige a la Puebla de Hijar en donde están retirados los de Vinaceite, todo el río Martín, mandado por Pedro Elola, sostuvo fuertes y vivísimos combates que duraron dos días, en donde quemaron el olivar, muriendo mucha gente. Elola ante tal opresión y perseguido por el general francés, se tiene que retirar a Alcañiz, guarneciendo y armando la ciudad ante la inminente llegada de Watier.

El 19 de enero el Cordón queda destruido, las tropas españolas que subsisten tienen que replegarse a lugar seguro, dirigiéndose por el momento hacia Caspe y Mequinenza.

(*) Archivo Histórico Municipal. Periódico” ALCAÑIZ 1909”. En el “Conmemorativo a la fecha del 23 de Mayo” Sobre una publicación de la época con título “Acontecimientos ocurridos en Aragón en la guerra con Francia”, posiblemente escrito por un tal Schépeler decía: “Acantonados los franceses en Hixar, La Puebla y Samper, esperaban los refuerzos de Zaragoza; y los españoles de Valencia. Entretanto Blake destacó al regimiento de caballería de Santiago, para que reconociese a Samper, que fue evacuado y volcados los ranchos. No teniendo otro objeto, pidió raciones para regresar a Alcañiz; y habiendo vuelto los franceses a Samper, arcabucearon a su Alcalde por las raciones que habían dado”.

Los sitios de Alcañiz

- Samper de Calanda postales para el recuerdo sacado de Wikipedia

El 22 de Mayo el mariscal francés Gabriel Suchet llegá desde Zaragoza a Hijar con 3.500 soldados donde toma el mando de la fuerza Laval sumando 10.000 infantes, 800 jinetes y 18 cañones.

La noche del 23 de Mayo avanzan hacía Alcañiz donde detectan su llegada y les esperan 2000 hombres con 2 cañones al mando de Joaquín Blake. Tras siete horas de combate y habiendo sido rechazados por los españoles, al anochecer el ejercito francés se retiro hacía Samper de Calanda. Durante el combate el ejercito francés había sufrido unas 2000 bajas frente a las 300 del español. Cerca de Samper el redoble de un tambor hizo creer a las tropas francesas que el ejercito español se dirigía hacia ellos. Lo que hizo que los franceses entraran en pánico y corrieran hacía Samper de forma desmandada, buscando refugio entre sus calles.

El mariscal Suchet hizo buscar y fusilar al tambor permaneciendo 2 días en Samper hasta recuperar el control de la tropa, después se dirigió a Zaragoza intentando ocultar su derrota y no informo ni siquiera de la existencia del combate.


- Alejandro Abadia Paris :Este comentario que haces sobre la batalla de Alcañiz, en mayo 1809, con la retirada de las tropas francesas a Samper alarmados por el toque de un tambor que hacia presentir la presencia de las tropas españolas, es una leyenda que se ha potenciado de igual forma, aunque en distinto año, con idénticas circunstancias por algunos historiadores catalanes - ¿ Suelen ser rigurosos y fiables con la Historia cuando escriben sobre Aragón- con el “tambor de Bruch” contando que un joven llamado “isidre Liuca y Casanoves”, nacido en “Sampedor”(Barcelona), con el sonido de un tambor de una cofradía ahuyentó a los franceses haciéndoles creer que se acercaba el ejercito español.

Todo esto tiene un paralelismo con la noticia que nos aportas sobre un tamborinero de Samper que haciendo tocar su tambor en las cercanías de la localidad hizo retroceder a los franceses hasta la villa haciéndoles creer la cercanía del ejercito español.

Lo del tambor de Bruch muestra los mismos detalles salvo que éste lo sitúan en junio de 1808 y el tambor de Samper en mayo de 1809.

Todo esto nos recuerda la anécdota del “chufla, chufla”, atribuida a otros lugares hasta que descubrimos el mono de Teodoro Gascón publicado en “Miscelánea Turolense” en su época con la cercanía del humorista/dibujante en la inauguración del ferrocarril de Val de Zafán, situando la anécdota entre Samper y Alcañiz y que reivindicamos en su día.

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Liberales y carlistas

Tiempo de liberales y carlistas

Miscelánea Turolense, 10-III-1891

Al Trienio Liberal, iniciado con el pronunciamiento de Riego en 1820 y terminado con la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823, haciendo uso del «principio de intervención» aprobado en el Congreso de Viena (1815), le sucedió la década ominosa, momento en que el absolutismo, aun quitándose alguno de sus lastres más pesados, volvió a campar por sus respetos. Lo que se iba percibiendo era, sobre todo, la inviabilidad de un proyecto común de convivencia entre liberales y absolutistas a ultranza. Con la Pragmática Sanción de 1830, en virtud de la cual se derogaba la ley sálica y se facultaba el acceso de Isabel II al trono, se creó un pretexto dinástico para un enfrentamiento entre los partidarios de la revolución liberal, o isabelinos, el bando carlista hubo una primera etapa de liderazgo comandada por Carnicer, dirigente nacido en Alcañiz en 1798. Carnicer acabaría siendo fusilado, en un oscuro episodio, en abril de 1835, quizá a manos de los propios carlistas de Cabrera, que nunca lo vieron con simpatía.

Entre los jefes de la insurrección eny los defensores de la contrarrevolución, o carlisel Bajo Aragón figuraba también Joaquín Quílez, teniente retirado de Samper de Calanda y experto militar que había participado ya en el Cordón durante la Guerra de la Independencia. A raíz del nombramiento de Cabrera como comandante general de las tropas de Aragón y Valencia en marzo de 1835, se revitalizaron las partidas carlistas en la zona. El Tigre del Maestrazgo emprendió un proceso de organización e institucio- nalización de las filas carlistas y estableció en Morella y en la fortificada Cantavieja sus cuarteles generales y sus centros de operaciones. De tal forma que Cabrera atacó tierras del Bajo Martín en junio de 1837. Madoz nos cuenta en su Diccionario que, en plena refriega por Samper, una gran tormenta y un rayo segó la vida del secretario personal de Cabrera, Tomás Caire. Joaquín Andreu, otro de sus ayudantes, quedó malherido en el suelo, a pocos metros del paralizado y deslumbrado Cabrera.

El cronista E. Flael médico llegó a las inmediaciones de Samper, cuando ya el general había derramado copiosamente sangre por boca y narices, lo cual acaso le libró de un ataque al cerebro, y había recobrado el aliento. Dispusiéronse camillas, y montado en un pacífico mulo y sostenido por su cocinero y su asistente, se pusieron todos en marcha hacia la villa de Híjar. Poco a poco se fue despejando a beneficio de dos sangrías.

En Híjar se preparó un carro de colchones, donde le acomodaron lo mejor posible.Andreu continuaba en una camilla y el cadáver del desventurado Caire, previo al reconocimiento facultativo, fue enterrado en el cementerio de aquella villa. Era el 15 de junio de 1837. Como si el incidente atmosférico se tratase de un signo evidente de maleficio y de efectos sobrenaturales, Cabrera abandonó el cerco y aplazó sus correrías hasta casi un año después.

En marzo de 1838, Cabrera decidió apoderarse de Calanda y, después, adueñarse de Samper. Los ataques carlistas acarrearon la destrucción del casco amurallado y del castillo. La iglesia parroquial, por su monumentalidad, su altura y su ubicación estratégica junto al castillo, fue convenientemente aprovechada como escudo de defensa. Varias casas fueron incendiadas, como la del alcalde y otros regidores, que habían irritado a Cabrera con sus negativas o su silencio ante la petición de raciones. Toda la guarnición liberal quedó apresada y llevada cautiva a Morella y Cantavieja. Sin embargo, otros testimonios más cercanos al bando carlista, como el del mencionado E. Flavio, insisten en que la rendición se llevó a cabo sin disparar un tiro y «no nos ha costado ni una gota de sangre», según relató en 1870. Lo que sí hubo, además de los prisioneros mencionados, fue incautación de fusiles, cartuchosy otros efectos.

La repercusión de la guerra sobre la vida cotidiana de las gentes del Bajo Martín fue notable a través de reclutamientos y aportaciones personales. El gobernador militar de Alcañiz, casa por casa para que nadie alegara ignorancia, exigió a los vecinos de Híjar, Urrea, Albalate o Samper su colaboración en labores de fortificación. DO se pagaba en trabajo o se pagaba en dinero, de acuerdo a las siguientes conversiones: 9 reales por carro, 4 reales por caballería mayor, 3 reales por caballería menor y 2,50 reales por persona. Al final, el poder carlista en el Bajo Martín empezó a diluirse, como en el resto de Aragón, desde el momento en que comenzó a fraguarse una solución pactada a la contienda en las provincias del Norte, pacto que acabaría tomando forma en el Convenio de Vergara, sellado por Espartero y el general carlista Maroto. Cabrera no aceptó la rendición de las provincias norteñas, pero a partir de aquel momento la suerte de la contienda ya estaba echada. Cabrera continuó las escaramuzas por su cuenta en el Maestrazgo, hasta ser aniquilado en los primeros meses de 1840. La reina regente María Cristina, y después su hija Isabel, se enfrentaron a otro problema fundamental, una vez superada la guerra: la creación de un marco institucional que permitiese llevar a buen puerto la instalación de un régimen liberal.

De momento, era la Corona quien elegía al Jefe de Gobierno, y siempre elegía a los moderados. La consecuencia de este proceder sobre la oposición nunca llamada al poder fue el retraimiento progresista y el pronunciamiento militar. Hubo, pues, sistemas «legales» de acceso al poder, vía decisión de la reina y elecciones por sufragio censitario, y sistemas «ilegales» a través del pronunciamiento militar o el motín urbano. Y así hasta la década de 1860, en que finalizaron las públicas alabanzas a la figura de Isabel II. Y es que la Corona no supo colocarse por encima de los intereses partidistas y, al no contar para nada con el partido progresista, impulsó a éste y a amplios sectores de población a las posiciones antidinásticas de los demócratas. Finalmente fue destronada la reina en septiembre de 1868, en lo que se conoce co quedaron constituidas Juntas Revolucionarias. Al grito de libertad se publicó un bando, todavía conservado en Samper, donde además de ordenar «echar al vuelo las campanas, se autorizaba a unos cuantos vecinos a usar armas para acudir a cualquier llamamiento que se les hiciera».

El uso de armas por personas no autorizadas, y especialmente de noche, se consideraría como ofensivo al Gobierno. El bando comenzaba diciendo que «el grito de libertad, cual chispa eléctrica, se ha extendido por todos los ángulos de nuestra oprimida Patria, y no podía menos de hacer eco en nuestros oídos». La Junta Revolucionaria reasumía en los pueblos del Bajo Martín las facultades que tenían a su cargo los anteriores ayuntamientos, insistiendo en que la propiedad sería absolutamente respetada y en que cualquier resistencia a las Juntas sería conceptuada como desacato a la autoridad. Pronto se consideró, sin embargo, que las cosas habían llegado demasiado lejos como la revolución de La Gloriosa. Por los pueblos del Bajo Martín La reproducción del conflicto carlista llegó también a territorios del Bajo Martín. En agosto de 1873 varios vecinos de Samper fueron secuestrados en Alloza por una partida de carlistas, que exigió un rescate en metálico para recuperar a los vecinos de casi 3.500 escudos, una cantidad bien respetable para la época. Todavía más importantes eran los 10.000 escudos que el comandante de Híjar amenazaba hacer pagar a los padres de los mozos del Bajo Martín. Pero a estas alturas los vecinos de la zona estaban cansados de tanta guerra, de tanto sufrimiento, de tanto sobresalto... Las raciones de carne y de vino a las tropas, o de paja larga de trigo para las camas de los soldados, impidieron destinar el dinero a la traída del telégrafo a los pueblos.

Todos comenzaban a anhelar y a buscar la estabilidad política. Hubo fiesta en los pueblos del Bajo Martín cuando en marzo de 1876 el Gobierno declaró terminada la guerra.

Archivo:Liberal.pdf


Liberales, Carlistas y caciques en el Bajo Martín del S.XIX

http://www.comarcas.es/pub/documentos/documentos_Liberales_38af3a95.pdf

La incidencia de la invasión francesa fue más que notable en el Bajo Martín, tanto en pérdidas humanas como en convulsiones políticas, pues varias de las primeras autoridades fueron fusiladas, como el alcalde Gargallo en Samper de Calanda. El llamado Cordón de Samper fue un cuerpo de ejército constituido por los pueblos del corregimiento de Alcañiz a fines de 1808, que derrotó en varias ocasiones al general francés Guatire, acuartelado en Fuentes. Estaba compuesto por unos 2.200 hombres armados, extendidos y repartidos desde La Zaida a Vinaceite, que iban perdiendo y reconquistando pueblos a los franceses. Por su parte, el ejército francés demandaba raciones a los municipios, unos días a Jatiel, otros a Catelnou y algunos más a La Puebla y a Híjar; si se le negaban y no se saldaban las exacciones exigidas, se atacaba el lugar. La misión principal del Cordón radicó, con todo, en hostigar el sitio de Zaragoza y en defender Alcañiz, es decir, en realizar maniobras de distracción y de contención de los franceses sitiadores. Domingo Gascón nos relató con detalle en su Teruel en la Guerra de la Independencia algunas campañas militares y correrías acaecidas por tierras del Bajo Martín. Nos cuenta, por ejemplo, que «Wattier, con 3.000 hombres y 500 caballos, llegó a mediados de enero de 1809». Los hombres del Cordón se enfrentaron a Wattier hasta el 19 de enero, en la partida de El Montecico y en el paraje que aún hoy se conoce en Samper con el sobrenombre de El Ataque. Como consecuencia de esta batalla, los hombres del Cordón hubieron de retroceder hasta el río Martín, donde finalmente se tomó la decisión de replegarse hasta Alcañiz.

Los franceses tomaron Alcañiz en enero de 1809 y cuatro meses más tarde se libró la batalla de Los Pueyos entre las tropas francesas y las españolas. Cuentan las patrióticas crónicas de la época que, a pesar de la superioridad numérica y táctica de los galos, los tierrabajinos se alzaron con la victoria, aun a costa de dejar un elevado número de bajas en el camino. Solo en la toma de Alcañiz, antes de que los franceses establecieran su guarnición en el castillo, fueron pasados a cuchillo por sus calles más de seiscientos hombres. Por entonces, Palafox decidió instalar en Samper las dependencias de la Real Audiencia de Aragón, aunque enseguida el general Suchet restableció su funcionamiento en Zaragoza.

Al margen del ejército regular, con Palafox y Espoz y Mina en los puestos de mando, distintos guerrilleros utilizaron «métodos propios» por los caminos y revueltas del Bajo Martín. Ahí estuvieron, por ejemplo, las correrías antifrancesas de Manuel Alegre, alias El Cantarero, quien, rehuyendo las acciones campales, realizó pequeñas operaciones dispersas por las riberas del Martín, hasta tomar Híjar incluso, con el fin de hacer intolerable la vida a las fuerzas de ocupación.


Las Guerras Carlistas en Samper

- Guillermo Lázaro Romanos para Blog Samper Palillero

Historia y cultura. Las Guerras Carlistas en Samper, según las noticias aparecidas en la prensa nacional y local de la época. 


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El General Cabrera en Morella. Pintura de A. Ferrer Dalmau


Las tres guerras carlistas que acaecieron el siglo XIX afectaron en diverso grado al Bajo Aragón. Las acciones de los carlistas en la región tuvieron su foco en el Maestrazgo, especialmente en las poblaciones de Morella y Cantavieja, pero se extendieron  posteriormente por todo en Bajo Aragón.

La zona del Bajo Aragón, fue mayoritariamente liberal, afecta a la línea de sucesión de Isabel II. Por ello  sus poblaciones, Samper incluida, sufrieron los  ataques de las tropas carlistas que solicitaban alimentos y toda clase de bienes y fueron esquilmadas no sin resistirse a ello.

Las  acciones más sangrientas de guerra en Samper se produjeron durante la primera guerra carlista que tuvo lugar entre 1833, fecha en que murió Fernando VII y fue proclamada reina su hija Isabel II, y 1.840, cuando el ejército carlista  al mando del Teniente General  Cabrera y compuesto de 10.000 hombres pasó a Francia, concretamente en el período 1837-1839. El primer ejemplo de peticiones, en este caso de hombres para la causa carlista, tuvo lugar en una fecha tan temprana como 1.834, según refleja La Revista Española en su publicación del 1 de Mayo de 1834.

“Poco antes de verificarse el sorteo en Samper de Calanda, se presentó el rebelde Carnicer en aquel pueblo, capitaneando su orda de foragidos, se hizo se le presentasen los jóvenes que debían entrar en suerte para la quinta, amenazándolos para que se incorporasen en su gavilla. Francisco Jariod uno de ellos, le contestó con la mayor entereza, primero soldado si me cabe la suerte; lo seré con gusto, pero ni ahora ni entonces le seguiré á V. Su noble arrogancia y decisión intimidó al rebelde, y contribuyó para que los demás mozos no se le reuniesen; mas Francisco Jariod recelando que algunos de ellos pudiesen ser arrastrados por el temor o  la seduccion, usó al separarse de Carnicer de la astucia de convidar a  beber a sus compañeros; los llevó en efecto a la taberna, y al salir de ella los condujo a un pajar, cerró la puerta, guardó la llave y esperó que la facción saliese del pueblo; corrió entonces al pajar, les abrió la puerta, y emplearon la noche en una rondalla. A Francisco Jariod le ha cabido la suerte de soldado, se ha presentado en esta capital con cinco mozos más. Enterado el Excmo. Sr. Capitán General de la conducta que observó Jariod y compañeros, quiso se le presentase con objeto de gratificarle, y habiéndole manifestado él y otro compañero deseaban servir en la guardia Real de caballería, S. E. se lo concedió desde luego, ofreciendo recomendarle al gobierno de S. M. A sus compañeros se les ha destinado donde lo han pedido, sin perjuicio de alguna gracia particular que S. M. la Reina Gobernadora se digne concederles.”

El Eco del Comercio el  19 de Junio de 1837 daba información sobre el ataque que la facción de Cabrera hizo sobre el fuerte se Samper

“Zaragoza 16 de Junio Capitanía general de Aragón. — Estado mayor.— Sección central —  El comandante de armas de Samper de Samper de Calanda en comunicación de ayer manifiesta que la facción acaudillada por Cabrera en número de unos 300 infantes y de 500 a 400  caballos,  cayó a las cuatro de la tarde del 13 sobre las inmediaciones do aquel fuerte de donde abrieron los valientes de la guarnición un vivo fuego que obligó al enemigo a separarse de su alcance, y que algunas compañías enemigas que se introdujeron en la población, se dieron al saqueo e incendiaron algunas casas……..  Lo que de orden del señor brigadier, segundo cabo de este reino se da al público para su satisfacción. Zaragoza 15 de Junio de 1.837. El gefe de estado mayor. José María Cistué”

Esta acción está también  descrita en la publicación de 1.844, Vida Política y Militar de Cabrera, redactada por Buenaventura de Córdoba, en los siguientes términos: Según detalla  Cabrera en sus memorias, la población de Samper era rebelde a contribuir a  las peticiones de comida 

“Forcadell con los batallones de Valencia regresó al Maestrazgo, y Cabrera con el 2.°de Tortosa y caballería al interior de Aragón, llegando el dia 8 de junio á Hijar, pueblo situado en el declive de un monte á orillas del rio Martin, distante 15 leguas de Zaragoza y 6 de Alcañiz. Escaseaban los víveres y destináronse partidas sueltas que recorriesen la comarca sin esceptuar á Samper y Albalate, puntos fortificados por el enemigo. Albalate (dice Cabrera en sus memorias) siempre aprontaba los pedidos si no todos la mayor parte, por lo que se le tenia consideración. Samper se evadia con pretestos, y jamás pude lograr que obedeciese. Pasé al ayuntamiento una orden terminante para que preparase raciones, con la advertencia que no admitiría escusas en contrario. La contestación fue, que si quería raciones pasase á buscarlas. Esto me exasperó, y dicté fuertes medidas para que de una vez acabasen las contestaciones, y supiesen los puntos fortificados que debían contribuir como los demás, ya que las guarniciones eran sostenidas por los pueblos libres, y á los que yo dominaba se les imponían multas y exigían raciones. Tres compañías del batallón 2º de Tortosa se adelantaron hacia Samper, que dista de Hijar una legua para prender al alcalde é individuos del ayuntamiento, incendiando sus casas si no eran habidos. Pertegáz con el primer batallón de Tortosa y una compañía de lanceros no salió de Hijar para estar en observación de Alcañiz. Cabrera con el resto de la fuerza seguía el movimiento de las compañías, á fin de protegerlas y marchar después contra Caspe. Aunque hostilizadas por la guarnición penetraron en Samper, y mientras el oficial que las mandaba cumplía la orden de su general,…… ……. Entre tanto las compañías del 2º de Tortosa regresaban al campamento, desempeñada ya la comisión de que eran responsables. El alcalde y regidores de Samper se encerraron en el fuerte, y la orden de Cabrera quedó cumplida. Según la Gaceta de 22 de junio fueron incendiadas 16 casas. Los diarios carlistas dicen: "Tan pronto como salieron de Samper nuestras tropas, acudieron los paisanos y lograron apagar el fuego de las casas, y según se dijo solo una ó dos quedaron destruidas por las llamas “

Una de las  casas que se quemó pudo ser el Ayuntamiento, según se recoge en  el parte que el General envió al Ministro de la Guerra  y que dice:

“……..Hallábase la división á tiro de fusil frente de Samper esperando las compañías que había mandado para prender al ayuntamiento, y que en el caso de haberse encastillado en el fuerte quemasen sus casas, pues tenia suficientes motivos para ello, y los manifestaba al pueblo en el bando que mande fijar en las esquinas del mismo….”

Al final de este ataque, tuvo lugar en las eras de las afueras de Samper el conocido incidente de la descarga de un rayo, en el que resultó gravísimamente herido Cabrera.

Más  detalles sobre  este incidente  pueden encontrase en las páginas 240-244 del libro contenido en el enlace siguiente: Vida Política y Militar de Cabrera Volumen II... 

Las acciones de los carlistas para aprovisionarse de comida y otros bienes continuaron por los pueblos de la comarca  como puede concluirse de las noticias que siguen

El Español  12 de Septiembre de 1837. “ZARAGOZA 7 de setiembre.

En esta capitanía general se han recibido los partes siguientes: …….. Y el comandante de armas de Samper de Calanda en escrito de ayer manifiesta que sabedor de que en la Puebla de Híjar se habían presentado una porción de facciosos de caballería que tiene por objeto estraer raciones de los pueblos, dispuso saliese una partida en su persecución, entre ellos los nacionales de aquel pueblo. Cuando llegaron a la Puebla ya habían salido los facciosos y la caballería al galope fueron en su dirección, dándoles alcance a más de dos horas de corrida; siendo el resultado la muerte de uno de ellos, y la aprensión de una yegua con otros efectos de pequeño valor que tiraron los facciosos en la huida. Recomienda al nacional de caballería Vicente Casabón y al presentado Fernando Asensio que fueron los que más se adelantaron y los que sin embargo de que por dos veces les hicieron frente los enemigos no titubearon arrojarse sobre ellos dando muerte al que montaba la yegua.”


El Eco del Comercio  20 de Febrero de 1838

“Zaragoza 16 de Febrero. Capitanía general de Aragón. El comandante de armas de Samper de Calanda en comunicación de antes de ayer manifiesta que noticioso de que los cinco ladrones que habían robado en el camino de Alcañiz a seis carros se hallaban en una masada en el término de dicha ciudad, dispuso saliesen en su persecución los nacionales de infantería y caballería, quienes no obstante hallársela facción mandada por el rebelde Espinarz en Castelseras se ofrecieron voluntariamente a ir en su busca al mando del  patriota don Ildefonso Sevil, y estando tomando las disposiciones convenientes  sobre el parage indicado, vieran salir a  tres de los ladrones huyendo, los que después de una obstinada resistencia, fueron víctimas de su temeridad, sin haber ocurrido la menor desgracia, por nuestra parte ocupándoles sus armas y rescatando diversos efectos de los que habían robado, los cuales fueron trasladados a Samper para devolverlos a sus dueños. Recomienda la decisión y valentía de los  beneméritos defensores de la libertad. El coronel jefe de la P. M, José María Cistue.”

30 de Abril de 1.838

La destrucción del fuerte de Samper, más conocido como el antiguo castillo, y que resistió a siglos de luchas entre musulmanes y cristianos así como a la feroz Guerra de Independencia contra con los franceses, está descrita en las páginas 227-229 del Tomo III de la mencionada obra en los siguientes términos:

“El fuerte de Samper, distante 8 horas de Alcorisa, 4 de Alcañiz y 12 de Zaragoza, era también objeto de los planes del general carlista, que á las tres de la mañana del 30 apareció al frente de sus muros con el segundo batallón de Tortosa, 80 caballos del regimiento del mismo nombre y 2 cañones. A las 5 (Boletín de 5 de mayo ya citado) intimó la rendicion, que se verificó dos horas después. "El fruto de esta rápida jornada, dice el parte oficial de Cabrera que insertó el mismo Boletín, "ha sido destruir una de las mas fuertes guaridas del enemigo, hacer 157 prisioneros, cojer 367 fusiles, 14 caballos, 30.000 cartuchos de fusil y otros efectos, sin que esto nos haya costado una «gota de sangre." El gobernador (añade Cabrera en su diario) tuvo una conferencia «con un comandante llamado Garrigó y los «oficiales. Garrigó, según me dijeron, quería defenderse, pero la mayoría acordó rendirse." Todas estas fortificaciones quedaron destruidas”

El clero local tomó, en la persona del cura Ildefonso Sevil, un papel muy  activo en la defensa  de los ataques de las partidas carlistas como puede apreciarse en la noticia de prensa siguiente:

ECO DEL COMERCIO    25 Abril 1839

“Caspe 21  Abril.El partidario don Ildefonso Sevil, cura de Samper de Calanda , me dice lo siguiente: «Albalate del Arzobispo 19 de abril .Ayer cayó en mi poderla partida del Trueno, sección de la de Bosque, que sitia de continuo á Alcañiz y la más temible por componerse toda ella de pasados del provincial de Burgos. Estos 22 hombres son los que fusilaron el 12 del pasado a nuestro valiente Muguruza , comandante de armas de este punto, y los 42 soldados del mismo regimiento y mi partida, después de rendidos y heridos. Estaban anoche en Andorra a buscar una porción de cahíces de trigo para Morella y Cantavieja , y no dudé en atacarlos. De los 22 murieron cuatro; fueron prisioneros quince, y tres que están heridos los ha trasnochada aquel infame pueblo. Vd. estrañará que a los quince les baya dado cuartel , pero ¿qué he de hacer? Ya sabe Vd. el último convenio del general Vaan-Halen y el sacristán(1). Diga Vd. á ese señor gobernador que en las inmediaciones de Híjar se ha licenciado un batallón faccioso , que no se cuál es , que divagan grupos de 30 y 40 facciosos, y que no atino qué motivo puede haber para esto , sino es alguna acción ganada por Ayerve en las inmediaciones de Segura. Este pueblo ya no existe, le han derruido las facciones hasta el último redil de una hora a la redonda. Dicen los prisioneros que reina un descontento general en las facciones, y una división entre catalanes y aragoneses más grande que en tiempo alguno, y que tienen muchísima hambre. Bosque salió ayer para Morella a llevar un pequeño convoy de víveres.

Corresponsal del Eco”

Los saqueos de grano  fueron recurrentes en la vega del río Martín como puede verse en la noticia que sigue: EL CORREO NACIONAL  20 de Enero de 1840

“Samper de Calanda   16 de enero. (De nuestro corresponsal.) 

Bosque y Cubéis con los mismos 200 caballos que estuvieron acá el 23 del pasado, pero sin infantería, volvieron anteayer después de haber recorrido los pueblo» de Escatrón, Jatiel y demás de la ribera del Martin ; lleváronse hacendados , trigo y cebada de que se escasea muchísimo en la sierra. El coronel Eijoaguirre, comandante general de la línea de fortificación de la retaguardia, llegó a tiempo a Híjar, punto que apetece la facción por los inmensos caudales que encierra , y al que atacará la canalla si no se refuerza la guarnición y sе mejora la debilísima e  inútil fortificación de aquella villa ¡ Dios quiera no se realicen nuestros pronóstico!”

La segunda guerra carlista,  que tuvo lugar entre el año 1846, año del fracasado intento de unificación dinástica entre Isabel II y Carlos Luis de Borbón y 1.849, año en que el pretendiente Carlos VI fue obligado a  regresar a Inglaterra, tuvo su mayor incidencia en Cataluña y apenas se dejó sentir en el Maestrazgo ni en el Bajo Aragón y  en Samper.

Los conflictos se recrudecieron como consecuencia del destronamiento de Isabel II y del período de agitación política que se vivió en toda España  durante el llamado Sexenio revolucionario de 1.868- 1.874. En estas circunstancias, Carlos VII dio  el 21 de Abril de 1.872 la orden  a sus Comandantes Generales de comenzar el alzamiento  que constituyó el comienzo de la tercera guerra carlista. Ésta tuvo su apogeo en Aragón en 1.873 en la comarca del Maestrazgo  y continuó hasta 1.875, fecha en que las fuerzas carlistas de la mencionada zona  recibieron la orden del salir  de su territorio y cruzar el Ebro por Caspe.  En Samper los hechos más relevantes ocurridos durante estos años fueron políticos y ocurrieron en los  inicios  de esta guerra. En 1868 a la caída de Isabel II, y como en otros pueblos de la comarca, se constituyó una Junta Revolucionaria que sustituyó el poder que ostentaba el Ayuntamiento de la villa, y  publicó el famoso bando clamando por la libertad. Sin embargo dos  años  más tarde,  en 1.870, un grupo de aproximadamente 240  carlistas envió un escrito al Presidente de la Junta Central católica monárquica, publicado en distintos periódicos  nacionales, proclamando su adhesión al Príncipe Don Carlos de Borbón.

Así el periódico LA REGENERACIÓN  4 de Junio de 1.870 decía: “—Samper de Calanda 12 de Mayo da 1870.—Excelentisimo señor Presidente de la Junta Central católico- monárquica.—Madrid.— La villa de Samper de Calanda en  el Bajo Aragon, cuna del insigne y malogrado general Quilez, de los Francos, los Martínez, y cien y cien valientes que, durante los siete años, pelearon denodados por su Dios, por su patria y por su Rey, no pueden permanecer indiferentes al ver hoy de nuevo enhiesta tan gloriosa bandera, representada en el esclarecido principe D. Carlos de Borbon y de Este. Como entusiasta tributo pues, a la feliz memoria de tan esforzados varones, y deseosos los que suscriben, de contribuir por su parte á la más perfecta union del gran partido carlista y al triunfo de su santa causa, declaran, pública y solemnemente, que se adhieren á la manifestación, unánime de Vevey, protestando fidelidad inquebrantable á los principios allí proclamados y á la augusta persona que los simboliza.”

Siguen los nombres de las personas que se unieron a la proclama

Este pronunciamiento público de una parte importante de la población a favor del carlismo, indica que el sentimiento de la población, antes mayoritariamente liberal, se dividió entre aquellos partidarios de las ideas que impulsaron la revolución de 1.868 y entre los  conservadores, descontentos con el contenido liberal  de la recién aprobada constitución de 1.869,  que  vieron en el  carlismo la posible reversión de los cambios introducidos  en ésta, como el sufragio universal, la libertad de cultos y el derecho de reunión y asociación. Las acciones militares en el Bajo Aragón  se produjeron en el período 1.872 -1.875 .En Samper solamente en el año 1.873, no provocaron, afortunadamente, derramamientos de sangre.

En Agosto de este año se produjo el rapto de quintos de  la mayor parte de  los pueblos de la región  como se refleja en la  notica de la publicación que sigue LA IGUALDAD  2 de Agosto 1873 “De Alcañiz escriben que son muchos los pueblos donde han sido secuestrados los quintos por los carlistas, aunque no advierten si se llama a los secuestradores. Lo han sido los de Samper, Híjar, Alloza, Andorra, Rafales, Oliete, de casi todos, en fín. Parece que con este objeto están apostadas varias partidas do 13, 20 o 30 hombres”

LA DISCUSION 19 de Agosto de 1873 “La facción Calvo, fuerte de 100 infantes  y 18 caballos, salió ayer de Híjar, soltando los presos que tenia y llevándose dinero, raciones y caballos. Desde este punto se dirigió á Samper, donde también se racionó. Una columna de infantería y artillería salió en su persecución ayer tarde; suponese que no debió tardar en darle alcance y derrotarla, pues poco después se oía fuego entre Samper y Alloza, según parte que el alcalde del primer punto dirigió al capitán general de Zaragoza.”

  LA ESPERANZA 20 de Agosto de 1.873 “Los periódicos de anoche hablaban de la dispersion de la partida que manda Calvo en Aragón ,diciendo que se le habían causado heridos, prisioneros etc., etc.

El corresponsal en Híjar del Diario de Avisos, coloca las cosas en su verdadero terreno y al efecto escribe la siguiente carta:   Híjar 18 de Agosto de 1873 Sr. Director del Diaria de Avisos Muy señor mío: A las ocho y media de esta mañana se ha presentado en este pueblo la facción  Calvo y los Tuertos del Doctor, compuesta de 120 infantes y 24 caballos, muchos de ellos jóvenes, Sin perder la formación, cruzaron el pueblo y se situaron en el Calvario, camino de Samper de Calanda. Se llevaron los caballos, tasándolos y dando recibo á los dueños, y 6,000 rs. que pidieron al Ayuntamiento. Soltaron algunos presos, quemaron el registro civil y destrozaron el aparato telegráfico…….. A las doce marcharon a Samper de Calanda, donde fueron alcanzados por una columna de infantería y caballería que salió de Alcañiz, y hubieran sido copados en las calles sino fueran advertidos por  un tiro que disparó un soldado contra un paisano que salía del pueblo, huyendo indudablemente de la partida. Por último, se dispersaron por las huertas, y no se sabe que se les haya hecho prisionero alguno. EI corresponsal. Se dispersaron por las huertas para esquivar la persecución, y reunirse más tarda en otro punto”

Como puede comprobarse en la noticia siguiente, los bandos hacían esfuerzos para presentar las noticas según sus intereses para mantenenr la moral de sus seguidores, de las tropas en otros frentes, así como la simpatía de las poblaciones. La manipulación y la  desinformación eran  armas de guerra. En este caso se resalta el sentimiento carlista de Samper al que se califica del  más carlista de todos los pueblos del Bajo Aragón!.

EL PENSAMIENTO ESPAÑOL 22 de Agosto de 1.873

“Araqón y Maestrazgo.—La Regeneracion publica la siguiente carta: Zaragoza, 20 de Agosto de 1873.— Desmienta usted terminantemente la derrota de la partida Calvo de que hablan los periódicos liberales de esta capital, y de la que se ocuparán también los de Madrid y la Gaceta. Advertidos los carlistas por sus centinelas de  la aproximacion de una columna liberal a la villa de Samper de Calanda, donde se hallaban preparándose para comer, lejos dc huir, salieron a recibir a la tropa reforzados por un gran numero de vecinos del pueblo, que es el mas carlista sin duda de entre todos los del Bajo Aragón. Luego que avistaron a la columna comenzaron a disparar contra ella, pero sin resultado, efecto de su mal armamento, mientras el fuego de los enemigos pasaba con mucho por encima de sus posiciones. Esto hizo comprender a Calvo la desventaja de sus fuerzas, y mando retirar ordenadamente por la parte de la huerta sin ser perseguidos por los liberales. Estos se apoderaron  de los bagajes delos carlistas que tenian en !a plaza y de tres caballos viejos, quo por ser tales no podian saltar las zanjas que hay; es todo terreno de regadio. Estos caballos los acababan de tomar por la mañana en Hijar. No hay herido ni prisionero alguno, según mis noticias que son de buen origen. Los carlistas cenaron en La Puebla con toda tranquilidad a una hora de Samper, sin preocuparse mucho de las tropas liberales, mientras estas en lugar de seguir la persecucion se marcharon a Hijar donde durmieron no muy tranquilamente al parecer, segun los puestos abanzados, centinelas, etc., etc., que pusieron. He aqui pues, la famosa dispersion de Calvo, con la cual correra parejas seguramente la de la partida que manda el Seco de las Parras, y de que hoy habla con mucho bombo El Diario de Avisos de esta ciudad. Si tuvieran buenas armas no tardarían mucho en ser otros los dispersos. Suyo afectísimo S. S. Q. B. S. M.—E.” El expolio de provisiones, caballos y dinero por distintas partidas, como las de Franco y Segarra, mencionadas en las siguientes noticias  continuó en este año:

EL PENSAMIENTO ESPAÑOL 9 de Octubre de 1.873

“El Diario de Avisos de Zaragoza,ha publicado y reproducido otro periódico de la capital lo siguiente: …….. —En Samper se presento el dia 3 una partida carlista, al mando de Manuel Franco, con 50 infantes y cuatro caballos: luego salio hacia Caspe,donde no llego, presentandose despues en Puebla de Hijar, desde donde volvió a Samper; se raciono y llevo varios caballos, partiendo el dia 4 hacia Andorra. Se cree sea la misma facción de Polaco.”

LA ESPERANZA  23 de Octubre de 1.873 “El Diario de Zaragoza publica éstas noticias: «La facción Segarra, fuerte de 1,500 hombres, entró el 21 á las ocho de la mañana en Híjar, permane ciendo en dicho pueblo hasta las cuatro de la tarde del mismo dia. Ha realizado el cobro de 40,000 reales en Híjar, 90,000 en Albalate del  Arzobispo, 30,000 en Samper de Calanda, 14,000 en Urrea de Gaen, y 20,000 en Andorra; total: 194,000 reales. “

Como se deduce de las crónicas de los corresponsales, Samper  sufrió, especialmente durante la primera guerra carlista, la violencia de las tropas comandadas por Cabrera y sus lugartenientes más directos. Casas incendiadas, expolios de comida, caballos, enseres y vidas humanas fueron las contribuciones que el pueblo pagó por su defensa de la causa liberal. Los acontecimientos políticos de años posteriores, especialmente los ocurridos  en el Sexenio Revolucionario hicieron que, al igual que en otras poblaciones de la zona, la unanimidad política de los habitantes se fraccionara y  una parte de la población abrazara la causa carlista. El resurgimiento de la acción militar durante la tercera guerra carlista tuvo efectos más limitados que los de la primera y se circunscribió al  año 1.873, con el paso habitual de las partidas carlistas exigiendo alimentos y dinero. Las guerras carlistas cobraron un alto tributo en la destrucción de edificios como los mencionados del Ayuntamiento y especialmente, por su valor histórico, el castillo medieval,  mencionado por el Rey Alfonso II en 1.194 en el  documento de últimas voluntades. Curiosamente el final  de la guerra dejó huella en Samper  en la forma de una pequeña construcción,  el popularmente  conocido “fortín” de Santa Quiteria. Esta pequeña edificación, formó parte de la red de  20 torres ópticas que fueron construidas por el Comandante General de  la zona creada para la defensa del Maestrazgo y orilla derecha del río Ebro  en el verano de 1.875. Esta red se construyó con el objetivo de facilitar las comunicaciones y dificultar el movimiento de las partidas carlistas que saboteaban las comunicaciones de la red existente de telégrafos. Sin embargo apenas se usó, ya que la  tercera y última guerra concluyó oficialmente en 1.876, un año después de su construcción.


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 Guillermo Lázaro Romanos